viernes, 14 de febrero de 2014

VIDEOS MAGISTRALES DE LAS ANTIGUAS ESCRITURAS


Puedo hablar en lenguas de hombres, y hasta de ángeles;
pero si me falta ahavat, me he vuelto simplemente
como bronce que resuena o platillo que retiñe.
2 Puedo tener el don de profesia,
puedo comprender los misterios, conocer todas las cosas,
tener toda la emunah, suficiente para mover montañas;
pero si no tengo ahavat, no soy nada.
3 Puedo regalar todo lo que poseo,
puedo hasta entregar mi cuerpo para ser quemado;
pero si me falta ahavat, no soy nada.
4 El ahavat es paciente y bondadoso, no celoso, no jactancioso,
5 no se engríe, no es rudo o egoísta, no se irrita fácilmente,
y no mantiene un registro de lo malo, no guarda rencor.
6 El ahavat no se goza de los pecados de otros,
sino su delicia es la verdad.
7 El ahavat todo lo soporta, siempre confía,
siempre aguarda esperanzado, siempre resiste.
8 El ahavat nunca termina; pero las profecías pasarán,
las lenguas cesarán, y el conocimiento pasará.
9 Porque nuestro conocimiento es parcial, y nuestra profecía parcial;
10 mas, cuando lo perfecto venga, lo parcial pasará.
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño,
pensaba como niño, discutía como niño;
ahora que me he hecho hombre, he terminado con las cosas de la niñez.
12 Pues ahora vemos borrosamente en el espejo,
mas, entonces, será cara a cara.
Ahora conozco parcialmente; mas, entonces, conoceré plenamente,
así como  me ha conocido completamente.
13 Pero por ahora tres cosas permanecen:
jativaj, esperanza y ahavat;
y la más grande es el ahavat.